Se trata de este tricornio de Gala del siglo XIX en escala 1/3 recreado hasta en el más mínimo detalle en su policromía, bordados y botonadura. Este sombrero que utiliza y caracteriza a España y a la Guardia Civil ya no es de fieltro sino de un material negro y brillante (no charol sino vinilo) que es una evolución del hule que se usaba para enfundar y proteger los viejos sombreros de las inclemencias meteorológicas a las que estaban sometidos los de los primeros Guardias Civiles en sus largos y sufridos servicios a la intemperie.
Este gorro militar no fue creado por el Duque de Ahumada, fundador del cuerpo en 1844, sino que fue propuesto como prenda de cabeza para las fuerzas de caballería, mientras que para las de infantería se proponía un morrión o gorra similar a un ros. Fue S.M. la Reina Isabel II, a propuesta del General Narváez, quién resolvió extender el uso del tricornio a la fuerza de las dos armas.
Aquel viejo sombrero de fieltro negro, guarnecido todo el contorno de su amplio ala con galón de hilo blanco, con su ala trasera casi recta y elevada, y la delantera ceñida y curvada entorno al frente de la copa, con sus ya solo dos picos casi horizontales sobre cada oreja del Guardia Civil portor, era una prenda que confería elegancia y vistosidad, incluso prestancia y respeto, pero que no era nada económica y muy sensible al rápido deterioro por la acción del sol y de la meteorología.
Como consecuencia de ello Ahumada resolvió al poco tiempo autorizar el uso de unas entonces muy rudimentarias fundas de hule que pudieron confeccionar las propias mujeres de los Guardias, aunque solo para servicios invernales en descampado o nocturnos; autorizándose no mucho después otra funda blanca para verano.
El modelo de gala que FERPRAD reproduce puede aún verse en el Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil en determinados actos de gran relevancia.
- Presentación: en estuche acolchado de lujo
- Pintura: pintado artesanalmente con pinturas acrilicas
- Peso total: 443 grs
- Nº de piezas: 1